Shinigamis

Shinigami

Los Shinigami ( Segador de Almas o también Dios de la Muerte) son una raza de seres espirituales encargados de mantener el equilibrio en el flujo de almas en el mundo. Poseen altos niveles de energía espiritual, que son capaces de manejar y canalizar de forma innata, y por ello son reclutados desde su juventud (en la mayoría de los casos) sean habitantes del Rukongai o miembros de la nobleza del Seireitei. Como todos los entes espirituales, los Shinigamis no pueden ser detectados por los seres humanos normales. Generalmente, usan las Zanpakutō, espadas de poderes sobrenaturales que son la manifestación del alma del propio Shinigami, para poder enviar a los Pluses a la Sociedad de Almas y combatir a sus más acérrimos enemigos, los Hollows.

Visión general

Los cuerpos de los Shinigamis, por tratarse de seres de naturaleza espiritual, están formados por reishi (partículas espirituales) en lugar de átomos. Esto significa que, al igual que el resto de espíritus, sólo pueden ser vistos por otras entidades capaces de sentir el Reiatsu (energia espiritual) lo que excluye a la inmesa mayoria de los humanos. Aun así,los Shinigamis son capaces de influir bastante a su alrededor, y aunque no puedan ser vistos ni oidos, sí son percibidos los rastros de sus encarnicadas luchas.
Los Shinigamis son la personificación de la muerte. Su trabajo es localizar y enviar los espíritus de los muertos (llamados Plus ) a la Sociedad de Almas para poder mantener el balance de habitantes entre este mundo y el de los vivos, así como combatir a los Hollow , espíritus malignos que devoran a los Pluses . Para poder realizar ambas tareas los Shinigamis cuentan con un arma especial, generalmente con la forma de una katana, denominada Zanpakutō, si bien es cierto que no todos los Shinigamis la suelen llevar consigo. Adicionalmente, son capaces de realizar poderosos hechizos de muy distinta naturaleza, englobados como Kidō, o moverse a altas velocidades usando Shunpo, aumentando así su desenvoltura en un combate.
Pese a tratarse de almas, los Shinigamis pueden ser heridos y morir de la misma forma que los humanos comunes, aunque para ello necesiten heridas mucho más graves que las que jamás podría recibir un ser vivo. Además, por ser capaces de consumir energía espiritual, los Shinigamis son almas capaces de sentir además de sed (común a todas las almas) también hambre, por lo que necesitan comer para recuperar sus fuerzas.
El centro de operaciones de los Shinigamis se encuentra en la Sociedad de Almas, el mundo donde viven todas las almas humanas. Los viajes entre este lugar y el mundo de los vivos están extremadamente limitados y vigilados, pero algunos Shinigamis están distribuidos en el mundo de los vivos para poder llevar a cabo sus labores durante cierto tiempo. No obstante, es un crimen severamente castigado el hecho de que un Shinigami se quede en el mundo de los vivos más de un tiempo límite establecido, decidiendo vivir una segunda vida, por lo que su seguimiento suele ser bastante exhaustivo. Por los comentarios de algunos personajes, se desprende que los Shinigamis reciben un sueldo en metálico por su trabajo.
En la actualidad, no todos los Shinigamis parecen depender de la Sociedad de Almas. A la existencia de los Shinigamis traidores, que han dirigido sus objetivos a combatir precisamente a la propia Sociedad de Almas, se le debe añadir la presencia de otros, como Kisuke Urahara o Yoruichi Shihōin, que viven en el mundo de los vivos tras haber sido exiliados o haber abandonado la Sociedad de Almas, o el propio Ichigo Kurosaki, conocido como un Shinigami sustituto. Igualmente, existen unos pocos Shinigamis cuyo paradero no es conocido por la mayoría de los personajes que han adquirido poderes de Hollow y se han convertido en unos seres híbridos llamados Vizard, más poderosos que los Shinigamis comunes, y que sólo parecen ser leales a sí mismos.

Entrenamiento 

Academia Shinigami
Para llegar a ser Shinigami, un requisito imprescindible es poseer ciertos niveles de poder espiritual que no se pueden desarrollar de forma alguna si no se tiene cierta predisposición innata a ellos. El camino por el que pasan casi todos los Shinigamis es por un aprendizaje en la Academia Shinigami, una escuela de seis cursos en las que se enseña a los estudiantes a manejar su energía espiritual apropiadamente, luchar contra los Hollows, rudimentos de Kidō y cómo llevar a cabo un Entierro/Funeral del Alma (proceso por el que se envía un Plus a la Sociedad de Almas). Aunque la fecha exacta de su fundación no ha sido especificada, se sabe que el creador de la Academia fue Shigekuni Yamamoto-Genryūsai, 2000 años antes de los hechos narrados en la serie.
No obstante, no todos los Shinigamis tienen por qué pasar por la Academia para ser admitidos en el Gotei 13 o en cualquiera de las otras organizaciones militares del Seireitei. Los Shinigami pertenecientes a la alta nobleza son automáticamente ingresados en una división, mientras que los personajes con una innegable fuerza y destreza en el combate pueden ser admitidos también sin necesidad de haber pasado previamente por el aprendizaje de seis años en la Academia (como de hecho ha ocurrido con los actuales altos cargos de la 11ª División).

Shinigami sustituto

Un Shinigami sustituto es una persona que ha llegado a ser Shinigami por recibir los poderes traspasados por otro Shinigami, o ha seguido un proceso más arduo y arriesgado para ser transformado en uno de ellos. Cuando un Shinigami decide transferir sus poderes a otro ser debe atravesar con su Zanpakutō el pecho del objetivo, aunque debe enfrentarse a un porcentaje de éxito bastante bajo. En caso de conseguirlo, lo normal será que la persona reciba sólo la mitad de los poderes del Shinigami original, y de forma temporal. Sin embargo, en el caso de Ichigo Kurosaki , debido a su enorme poder espiritual innato, absorbió todos los poderes de Rukia , y de forma permanente. Esta práctica está terminantemente prohibida por la Sociedad de Almas , ya que puede dar lugar a un Shinigami de gran poder que no reconozca la autoridad de la Sociedad de Almas , y sólo se emplea en casos de extrema necesidad.
El otro método de llegar a ser un Shinigami es incluso más peligroso, y sólo accesible para las personas con un poder espiritual bastante por encima de la media. En el primer paso, el alma debe ser forzada a abandonar su cuerpo, mediante la ruptura de la Cadena del Destino (esto es, de hecho, matar a la persona que debe convertirse en Shinigami). Seguidamente, el objetivo debe acostumbrarse a controlar su cuerpo espiritual, para finalmente ser expuesto a una situación límite de la que sólo pueda escapar empleando su energía espiritual. Para lograr algo así, aquel que desee ser Shinigami debe comunicarse con el espíritu de su Zanpakutō, que ha permanecido dormido en las profundidades de su almas hasta ese momento, y encontrar su propio Lazo Espiritual. En caso de no tener éxito en este proceso, la persona acabará convirtiéndose a pasos agigantados en un Hollow , pero si lo consigue llegará a ser un Shinigami y desarrollar, a un mismo tiempo (o así ocurrió en el caso de Ichigo) el shikai de su Zanpakutō.


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